Vívela

Los árboles se balanceaban y el viento le hacían cosquillas al pasto. Fue un día hermoso y la tarde primaverales aire rodeaba el mundo. Carmelita limpia su frente y suspiró con una sonrisa.
        <<Un día hermoso…>>, ella dijo. Su amiga, Esperanza sonrió también. El sol fue brillante en el cielo e irradia calor.

<<Escuche a la tierra. >> Esperanza cuchicheó.

Carmelita hizo silencioso y se arrodilló; se puso sus manos en el terreno cálido. <<Lo sé ha movido. >>

<<Sí. >> Esperanza se rió tontamente. <<La tierra ha respirado tranquilo. >>

Carmelita no creyó que ella dijera la verdad. Se puso su oído al terreno y era en estado de shock. Ella piensa: no, no es verdad, Carmela. No resistió la maravilla ella sintió debajo de sus oídos. Algunas personas se dijeron que la tierra respira, pero ella nunca creía eso. Ella sintió la tierra se movió en y fuera; oyó los pulmones de la tierra se movió como mariposas revolotean, las alas se besan debajo del superficie.

<<La tierra es una lugar bonita; trátelo con cariñoso y lo se trata bien. >> Esperanza dijo, sus ojos brilla con luz trémula. El viento sopló por su pelo; el pelo envolvió entre sus brazos y bajado de su espalda como vides crecen en un rosal. <<Vámonos chiquita, debemos correr. >>

Carmelita era en estado de shock todavía. Sus manos estuvieron en el terreno, el pasto cálido sintió reconfortante. << Yo sé. >> Ella respondió sin mirarla. La maravilla puso un hechizo en ella. Carmelita se levantó lentamente y vio a la natural del mundo.

<< ¿Listos? >> Esperanza se preguntó.

<< Sí. >> Ella sonrió a la tierra y comenzó correr con Esperanza. La tierra movió con las mujeres como si querría correr consigo. <<La tierra tiene una vida. >>

<<No, >> Esperanza dijo. <<Vívela. >>

Carmelita se realizó que la tierra justo tiene cosas vivas, la está vivo. Es una cosa viva y el pensado fue loco, pero ella no le pregunta más; se aceptó.